Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, los trabajadores se encuentran expuestos a unas condiciones climáticas que pueden aumentar el riesgo de sufrir accidentes de trabajo, algunos de ellos mortales.
La combinación de factores como la elevada temperatura, la excesiva acumulación de calor en el organismo y la existencia de dolencias previas como enfermedades cardiovasculares o respiratorias, diabetes, etc …. aumentan las posibilidades de que sucedan.
Algunos de los efectos adversos que la exposición al calor puede provocar son de menor a mayor gravedad: erupción en la piel, edema en las extremidades, quemaduras, calambres musculares, deshidratación, agotamiento y golpe de calor.
El golpe de calor se produce cuando la temperatura corporal supera los 40,6ºC llegando a producir la muerte entre el 15% y el 25% de los casos.
Es importante reconocer los diferentes síntomas para poder actuar con rapidez y evitar un fatal desenlace:
El protocolo de actuación en caso de un golpe de calor es el siguiente: